¿Alguna vez se ha preguntado cómo sería la vida si pudiéramos desprendemos del temor de perder nuestros bienes materiales? La iglesia, desde sus inicios, se caracterizó por ser una comunidad generosa. Tan generosa que escandalizaba a los de su tiempo y aterroriza a los de ahora. ¿Cómo sería nuestra vida si no estuviéramos atados al afán de acumular bienes materiales?