¿Qué esperanza tenemos para una vida que está más marcada por los fracasos que por los éxitos? Confiamos mucho en lo bien que podemos hacer las cosas. Y no porque estas no deban hacerse bien, sino porque creemos que el resultado final es la suma de nuestros aciertos. Hay un gran problema aquí: que la mayoría de nosotros no logramos hacer suficientemente bien por más que nos esforcemos, y pronto nos damos cuenta de que nuestros mejores esfuerzos siempre se quedan cortos. ¿Qué puede hacer Dios con una persona tan imperfecta como yo?