Dios se nos manifestó en palabras y en obras. Su palabra final, el Verbo de Dios, se hizo carne. Nuestra fe debe ser de la misma manera... no puede ser solamente un asunto privado, sino más bien, una fe pública.
Dios se nos manifestó en palabras y en obras. Su palabra final, el Verbo de Dios, se hizo carne. Nuestra fe debe ser de la misma manera... no puede ser solamente un asunto privado, sino más bien, una fe pública.