Si somos honestos, debemos admitir que no siempre nos sentimos asombrados por la belleza de estas verdades. De hecho, la mayoría de las veces, cuando pienso en mi fe, pienso en ella de una menos brillante, menos exuberante, para ser honesto, hasta aburrida. ¿Cómo piensas tú en tu fe? ¿Tiene estas cualidades? ¿Este fervor? ¿Esta fuerza?