¿Cómo enfrentarías tus problemas, tus luchas, las circunstancias de la vida si tuvieras alguien en quien confiaras plenamente? La palabra de Dios nos enseña que Dios es digno de toda nuestra confianza. Él es soberano, fiel y justo. Aun cuando nos encontremos en el horno de fuego, él ha prometido estar con nosotros.