Muchos de nosotros pensamos que lo ideal sería no tener que vivir con incertidumbre; y pensamos que para no vivir con incertidumbre debemos conocer con exactitud los detalles y la forma precisa en que ocurrirán las cosas. Pero rara vez, o quizá nunca sabremos con certeza lo que nos depara el futuro. ¿Cómo podemos descansar en los planes de Dios sin conocer con exactitud lo que va a ocurrir a cada paso?